miércoles, 27 de junio de 2007

Violenta

Violeta

A poco tiempo de mi llegada a Ovalle el 2001 ya conocía a un conductor de colectivo, un señor mayor muy serio y poco dado a la conversación, el señor Jopia. Una tarde regresando a mi casa con espanto vi a un pequeño gatito gris atigrado cruzar entre las ruedas de una camioneta en movimiento.

Ante mi aparatoso gesto de horror el señor Jopia preguntó : -¿Quiere bajarse a tomar el gatito?- naturalmente dije que si y bajé corriendo hasta lograr tomarlo en mis manos. Era un bello ejemplar. Me subí al colectivo nuevamente y el gatito comenzó a encaramarse en mi cabeza, deslizarse por la espalda y tratar de escapar.

No recuerdo bien si en el auto o en la casa descubrí que era gatita... llamé al Nino y le dije que quería llamarla “Flush” como un personaje canino de un relato de Virginia Wolf, no le gustó, y ante la posibilidad de nombrarla, la llamó Violeta, como la flor.

Violetita, mi primera compañera de casa, mi amiguita... parecía un amigurumi con su cabeza grande y su cuerpo chiquitito. Pronto creció y se transformó en la delicia de los niños del barrio acostumbrados a ver perros...

Violeta escapaba por entre las rejas del pasaje ante mi estupor y mi amiga-vecina D. la seguía casa por casa hasta que me devolvía la tranquilidad peluda y ronroneante a los brazos!!!.

Violeta aprendió a buscarla en mis ausencias, le golpeaba a D. la ventana de su casa exigiendo comida, agua, o simplemente un cariño para poder ir a dormir.

Era increíble, violenta... astuta y divertida, se trepaba por las cortinas, me acechaba desde la escalera, me cazaba y me lamía. Jugábamos a la mafia, yo le decía “bésame el anillo!!” y ella fingiendo obediencia, en una complicidad casi teatral lamía mi mano. Era extremadamente pulcra y usaba sólo su caja de arena.

Invariablemente aparecía en la esquina antes de que bajara del colectivo, pese a los cambios de horario de mis llegadas. Siempre corría a mi encuentro y caminábamos las dos casas que mediaban entre la esquina y la nuestra.

Tras castrarla, engordó en exceso y sufrió de síndrome urológico felino... pero mejoró con las prescripciones veterinarias y la dieta. Cuando venía el Nino ella dormía con nosotros, sin trepidar en despertarnos a media noche sólo con el afán de jugar. Rasguñó muchas espaldas y piernas, era violenta. Sin duda una “bella sin alma” de tomo y lomo.

El 18 de febrero de 2003 regresando a casa para mis dos horas de colación, Violeta no apareció en la puerta, ni tampoco cuando abrí la reja o la puerta principal... el corazón me latía muy fuerte. Abrí la puerta de la cocina y ahí estaba, muerta. Di un grito tan espeluznante, que mis amigos-vecinos D., P. y su hijita J. volaron, porque no me explico la velocidad a la que llegaron incluso estando tan cerca, fue casi instantáneo. Abrieron la reja asustados y no lo podían creer. Lloré tanto y tan fuerte... me dolió el alma.

Mi amigo P tomó una bolsa y la echó; le grité que por favor no la botara pero su intención no era otra que ocultarla de mi vista. J lloraba conmigo entendiendo que su gatita-amiga ya no estaría más para jugar con ella.

Por esas cosas de la vida, el Nino que ya vivía en Ovalle no viajó como tenía que hacerlo, y pudo más tarde oficiar de sepulturero.

Me fui al trabajo llorando, estuve toda la tarde llorando, y regrese llorando. A esa hora la noticia de su muerte ya había dado la vuelta a Serena, Santiago y Los Andes, así como en el barrio... no teníamos patio, sólo un pequeño antejardín.

Poco a poco llegaron los niños del pasaje, eran muchos y preguntaban porque “el vecino” hacía un hoyo; les tuve que explicar que Violeta había muerto... uno se fue a llorar a su casa, otros buscaron flores y dijeron cosas agradables sobre ella. Fue un pequeño y sentido funeral.

J todavía corta flores y las tira al jardín-tumba de su casa del lado. En la memoria de muchos Violeta aún existe.


11 comentarios:

felina dijo...

Que triste, yo he perdido muchas mascotas, porque antes vivía en una avenida, tres de mis gatos murieron atropellados y otros que desaparecieron supongo que corrieron la misma suerte.

Más triste aún cuando es una mascota de toda la vida.

Miau.

Rosana dijo...

Desde aquí arrojo una flor para Violeta.

Claudia dijo...

Me dio mucha tristeza la historia de Violeta, la que alguna vez me contaste en tu casa...es triste ver que seres tan pequeñitos puedan llenar un espacio tan necesario en nuestras vidas.

TEo dijo...

Tomasín... Todavía te recuerdo cuando llegaste para mi cumpleaños.

Anónimo dijo...

¿Será Cosmito la reencarnación de Violeta? Pensaba eso mientras mi padre me contaba que el atigrado pelo corto gris se le encaramó en la espalda mientras recogía algo del suelo. Temiendo botarlo, no quería enderezarse, así es que medio adolorido quedó (la sobreprotección es hereditaria). Mientras me contaba esto, yo me acordaba de aquella vez en que, lavando los platos en la cocina de Violeta, ella, seguro media perdida con esta persona que no conocía tanto, se colgó de mi espalda para, después de mi grito, salir disparada y divertida con la diablura que acababa de hacer.

Unknown dijo...

Que historia mas sentida, se nota que la querías un montón, a mi también me gustan mucho los gatitos, pero hemos tenido mala suerte ahora ultimo con ellos.
Y si, en mi corazón tambien esta mi gatito regalón, se por lo que pasaste.
Saludos desde La Cisterna.
Marcela.

Pd : me encanto lo que publicaste de Violeta.

Carol dijo...

Me puso melancolica tu historia, ya que yo tambien tuve un gato al que queria mucho y que un día ya estando viejito no volvio nunca mas a parecer en la puerta de mi casa..... aun lo recuerdo y llevo siempre en mis pensamientos... son pequeños seres que nos alegran la vida y que su partida nos trae mucha ausencia y dolor...

Anónimo dijo...

Oi, achei teu blog pelo google tá bem interessante gostei desse post. Quando der dá uma passada pelo meu blog, é sobre camisetas personalizadas, mostra passo a passo como criar uma camiseta personalizada bem maneira. Até mais.

love_crochet_forever dijo...

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Penélope dijo...

Amiga Jaquecosa, aunque suene a copia, también pensé que Cosmito puede ser El Regreso de Violeta.

Lily dijo...

Como te gustan los gatos te invito a visitar mi blog en la url gatosconsentidos.blogspot.com
Gracias de antemano por tus comentarios. Recibe saludos venezolanos. Lily